jueves, 20 de febrero de 2014

Casa Mingo, todo un clásico de Madrid

Casa Mingo comenzó a funcionar en 1888, cuando los obreros asturianos que trabajaban en la construcción de ferrocarril instalaron un "llagar" (fábrica de sidra) para poder disfrutar en Madrid de los productos auténticos de su tierra. En 1917 se le concedió la licencia para la venta de pollo y sidra, y fue entonces cuando se convirtió en la "Sidrería de Madrid" por antonomasia.


Es un local sin pretensiones, una taberna de las de toda la vida, con mesas de madera y barriles de sidra a modo de decoración. Su carta es simple, más bien de tapeo, con chorizo a la sidra, lacón, tortilla, empanadas, y, por supuesto, el pollo asado que les ha hecho famosos, aunque también ofrecen cocido madrileño para los que busquen una comida contundente. Todo ello regado, como no podía ser de otra manera, con sidra de manzana asturiana de Villaviciosa, elaborada a la manera tradicional en sus propias instalaciones.

Se encuentra en un entorno muy agradable, junto a la Ermita de San Antonio de la Florida, en la que se pueden ver los famosos frescos de Goya y, en el verano, se puede disfrutar de la terraza a la que dan sombra los árboles del Paseo de la Florida.



Para mí, es uno de los clásicos de Madrid, un lugar que transmite tradición, y en el que, como asturiana, siempre puedo disfrutar de esa sidra auténtica que se echa tanto de menos aquí.

Casa Mingo está en el Paseo de la Florida, 34.